Pena y lástima. Esos son los sentimientos que produce el AC Milan de hoy en día. Es como si ese escudo se hubiera cansado de levantar títulos y de sentirse importante; como si hubiera dejado abandonada en una esquina su maravillosa historia para hacerse pequeño y ahogarse en su propia desidia. Solo algo así explica el descalabro que ha sufrido el conjunto rossonero quedando eliminado de la Europa League en la fase de grupos teniendo todo de cara. No es que dependiera de sí mismo, es que le valía incluso perder por un gol. Y ha acabado perdiendo 3-1 ante Olympiakos.
Es cierto que el Milan ha sumado diez puntos, los mismos que el conjunto griego y solo dos menos que el Real Betis, primero de grupo; pero el pecado capital ha sido caer de esta manera en el Georgios Karaiskakis. El escenario era muy favorable para los lombardos y solo perder por dos goles les dejaba fuera, que es lo que finalmente ha terminado pasando. El Milan venció a Olympiakos por este mismo resultado en la primera vuelta, pero la mejor diferencia de goles (+5 de los griegos por +3 de los italianos) ha acabado por ser determinante.
De las arcas del Milan no dejan de salir millones y millones en las ventanas de fichajes, firmando contrataciones de renombre como las de Gonzalo Higuaín, Leonardo Bonucci (ahora en la Juventus), Hakan Calhanoglu, Ricardo Rodríguez o Samu Castillejo, un total de 350 millones en dos años. Pero los resultados siguen sin llegar; al contrario, cada temporada es peor que la anterior y el listón empieza a estar realmente bajo para una entidad del peso histórico de la rossonera. No dan la talla en Italia y no la dan, ni de lejos, en Europa.
El único consuelo que le puede quedar al Milan es que al menos en la presente campaña su papel en la Serie A no está siendo malo. Está a años luz de la Juventus, como todos los equipos italianos, pero se mantiene en la cuarta posición y ahora mismo sería equipo de Champions League la próxima temporada. Todavía no ha terminado 2018, pero al equipo de Gennaro Gattuso ya solo le quedan dos disparos en la recámara: la Serie A y la Coppa Italia. Más le vale aprovecharlos.
Imágenes: Getty Images
El Scudetto de Superga 
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